Caso de éxito afectada recuperada de TOC de Amor – Relacional desde Madrid

Testimonio afectada recuperada de TOC de Amor – Relacional con terapia vía online

Me llamo Eileen, tengo 22 años y llevo sufriendo este trastorno (sin yo saberlo) desde los siete años.

Al principio no conseguía entender por qué se me había despertado ahora con tantísima fuerza si antes había estado tan dormido, pero gracias a Alejandro y a Sara, que estuvieron conmigo explicándome en qué consistía este monstruo y animándome semana tras semana, logré ver y comprender, que el TOC nunca había estado dormido, simplemente había estado pasando desapercibido tantos años porque para mí, obsesionarme con ciertos temas siempre había sido lo normal.

El verdadero tormento comenzó a principios de febrero de 2021, lo que en un principio fue a simple vista «algo sin importancia, en incluso ridículo» se convirtió de principio a fin en una verdadera desesperación.

Me levanté una mañana como cualquier otra, mi pareja estaba en el sofá desayunando y cuando llegué al salón y lo miré, tuve la sensación de no sentir nada por él. En ese mismo instante, sin ni siquiera pegar a la puerta, me visitó por primera vez una gran ansiedad de intensidad muy, muy elevada.

Fue el principio de una gran guerra.

Comencé a compulsionar de todas las formas posibles y existentes: Mentalmente, me intentaba convencer a mí misma (sin ningún resultado) de que no era cierto que ya no sentía nada por él, que le quería por muchos motivos; en muchísimas ocasiones me los enumeraba uno por uno.

Recordaba a propósito momentos muy buenos de la relación para contrastar lo que mi cabeza me decía. Como no, empecé a contar a TODO el mundo, inclusive a mi pareja, lo que me estaba ocurriendo, preguntando a amigos, familiares y conocidos si a ellos les había ocurrido alguna vez tener tantas dudas; me comparaba constantemente con cualquier relación, ya que buscaba sin parar la reaseguración de que lo que me estaba pasando no era cierto, sino normal.

Me pasaba mirando y observando a mi pareja minutos y minutos, intentando encontrar cualquier virtud física que me gustase de él, y por el contrario, tanto su físico como su personalidad, se convirtió también en una fuente de compulsión bastante grande.

Dejó de «gustarme» casi todo de él, me fijaba constantemente en sus defectos tanto físicos como intelectuales, dándole la razón a lo que mi cabeza me decía una y otra vez: «No es tan guapo» «Es que ya no me gusta nada» «Es que no siento nada por él».

Todo esto acompañado siempre de los famosos ‘¿Y si…?

¿Y si ya no le quiero? ¿Y si otros me podrían dar más de lo que me da él? ¿Y si me desenamoro de él? ¿Y si me enamoro de otro? ¿y si es verdad que no le quiero? ¿y si estas dudas son reales y me estoy engañando porque me da pena dejarle? ¿y si lo mejor es dejarle?.

Aquí quiero destacar una cosa, y es que es bastante común que en este tipo de TOC lo que diga tu cabeza NUNCA vaya acompañado de lo que REALMENTE te dice tu corazón; el problema está en que la mente te manipula y te engaña para que empieces a sentir que realmente, no quieres a esa persona.

Era una incoherencia increíble, porque me imaginaba dejando a mi pareja una y otra vez y me daban ataques de ansiedad; entonces pensaba: ¿Si se supone que ya no le quiero, por qué me entra tanta ansiedad..? Y vuelta a empezar.

Apareció también, la más famosa de todas las compulsiones cuando descubres que lo que te ocurre tiene un nombre y se llama «TOC relacional» (en mi caso llegué a la conclusión de que era esto lo que me pasaba «gracias» a otra compulsión bastante común: buscar en internet y hacer preguntas por internet. Una compulsión bastante dañina, para mí, una de las que más daño hace.

Ahí fue cuando di gracias a Dios con Alejandro Ibarra y su maravilloso equipo.

¿’Y si lo mío no es TOC…’?. Además de todas estas compulsiones, cualquier discusión con mi pareja, se convertía para mi TOC en una oportunidad increíble para plantearme la relación.

Recuerdo incluso los meses que me pasé caminando por la calle, y haciendo vida «normal» teniendo ataques de ansiedad porque cada vez que veía a un chico guapo o atractivo, me hacía dudar de mis sentimientos hacia él.

Las lloreras, la ansiedad y las pesadillas cada noche eran interminables, porque todo lo que pensaba y sentía en mi día a día, luego volvía en mis sueños mientras dormía.

Tuve que dejar de ver la televisión, también dejé de escuchar música romántica. Cualquier imagen de una pareja en una película, me hacía padecer niveles altísimos de ansiedad, pero lo que yo no sabía era que al apagar la televisión, le estaba dando más fuerza al TOC.

Si has llegado hasta aquí y me estás leyendo, me gustaría mandarte todas mis fuerzas y mis ánimos si estás pasando por lo mismo.

Yo tampoco creí nunca llegar hasta aquí, a las puertas del alta.

Sé como nadie, que es un camino muy duro, pero sí, la recuperación es POSIBLE.

Puedes, y lo vas a conseguir si haces cada día las exposiciones que te mandan, si te comprometes de verdad con el trabajo. Te aseguro que no te arrepentirás de haber confiado en esta terapia y en este método, por muy poco fiable que te parezca al principio.

Si yo, que llevaba conviviendo con este monstruo desde los siete años he podido, tú también puedes.

Me da igual quien seas.

No caigas en comparar mis síntomas con los tuyos, ni tampoco con los de otros afectados.

No caigas en creer que tu caso es diferente y que no existe recuperación para ti. ES POSIBLE.

Por último me gustaría aconsejar de todo corazón a todas las personas que saben o que creen que están sufriendo TOC, que por favor tengan MUCHO cuidado con la Terapia Gestalt, sobre todo si se trata únicamente de un@ terapeuta sin tener la carrera de Psicología.

A mí hubo una mujer que me destrozó con su terapia cuando me comenzó a ocurrir esto. Diciéndome que «lo mío no era TOC» que «tenía que aprender a vivir con mi cabeza y con esos pensamientos» «Que igual lo mío no tenía solución» y que igual «Sí que me estaba desenamorando de mi pareja», obviamente, todo esto me lo decía sin tener estudios en psicología, permitiéndose hacer diagnósticos que ella no se podía permitir hacer.

Considero que es importante que se sepa, porque esto que hizo es MUY peligroso, es jugar con la mente de una persona. Trabaja de terapeuta en Madrid, en «Entre mundos».

Mucho cuidado.

GRACIAS de corazón a Alejandro, a Sara que siempre me explicaba las cosas con tanta paciencia constantemente, y la que me animaba cuando había tenido semanas horribles.

Hacéis un trabajo INCREÍBLE, no sabéis las vidas que mejoráis y lo NECESARIO que es vuestro trabajo.

Os necesitamos. GRACIAS, de verdad

Comparte con quien quieras:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
DSC_6324

¿TE SIENTES INDENTIFICADO?

ESTAMOS AQUÍ PARA AYUDARTE

descarga nuestra app