Testimonio de afectada recuperada de TOC Religioso con terapia vía online desde Córdoba
Hola! Me llamo Isabel María y tengo 22 años. Desde que comencé mi tratamiento en PSINCO, siempre me he fijado en los testimonios de recuperación que compartía el resto de personas que ya se había recuperado de TOC y no paraba de pensar en que ojalá algún día yo pudiera escribir el mío. Y hoy estoy aquí, compartiendo mi experiencia personal, la cual no hubiera sido posible sin el importantísimo apoyo que he tenido, tanto por familia, amigos y, sin duda, por parte de la psicóloga Vanesa, una gran profesional y persona que me ha acompañado en este camino tan difícil pero gratificante.
Desde pequeña había sido una niña obsesionada con ser buena, sacar las mejores notas y, en el ámbito religioso, con no pecar. Tener la ambición de ser mejor persona cada día no es malo, pero cuando tu cabeza no te deja pensar en otra cosa y todo lo que haces (o dejas de hacer) está condicionado por ello, empieza el problema. Además, ya me lo decía Vanesa, que el TOC ataca a lo que más quieres.
Y cuando a tu hermana mayor le diagnostican cáncer, ¿qué creéis que pasa? Pues ya os podréis imaginar, que el TOC aprovecha cualquier situación para hacer daño donde más te duele, donde más te importa. Y empieza a hacerte creer que, por hacer tal cosa, que por prometer esa otra, que por santiguarse repetidamente, que por hacer el sacrificio de no merendar, todo va a cambiar. Pero nada más lejos de la realidad. Lo único que sí que cambia es tu día a día, que empieza a parecerte todo un obstáculo y que ducharse, doblar la ropa, estudiar o hacer un trabajo de proyectos para la carrera que más te gusta es realmente imposible. Sin embargo, aunque podamos perder la esperanza, llorar e incluso creer firmemente que la única manera de controlar toda la ansiedad es estar condenados a llevar una vida así, hay solución.
Y os digo de verdad que merece la pena, por lo menos, intentarlo. Si somos capaces de hacer mil cosas, algunas inimaginables para muchos, por obtener esa falsa sensación de estabilidad, ¿por qué no luchar por una de verdad? Sensaciones reales que nos hagan disfrutar del presente, de nuestra vida… Es un reto, no os lo voy a negar. De hecho, no es el alta lo que te determina si el TOC ha desaparecido. Son tu esfuerzo y tu constancia en las EPR, tus ganas por recuperarte y la ayuda de personas cualificadas lo que hace que te des cuenta de que el TOC se puede combatir y que podemos aprender las herramientas necesarias para ello.
Gracias a todo el equipo de PSINCO, que me ha hecho ver con otros ojos lo que realmente es el trastorno obsesivo compulsivo y cómo actuar ante él. Espero poder ayudar con mi experiencia a otras muchas personas que pasen por esta situación. No estamos solos y, recordad, como me decía Vanesa: los pensamientos no somos nosotros…